A título informativo, se presentaron 257 trabajos diferentes de los que fueron elegidos 6 que podeis ver en este enlace.
La votación posterior para elegir al ganador de entre los seis posibles se realizó por diferentes medios (votación a través de web, presencial, voto del jurado). De la suma de todas estas fuentes de votos resultó ganadora la imagen que os he referido y aparece en este artículo.
Como quizá ya sabeis, yo también me presenté a este concurso con una imagen, que podeis ver a la derecha, y he seguido su desarrollo con especial interés.
En ningún momento quisiera que se entendiese ningún menosprecio a la obra ganadora. Creo que cada uno tiene su idea, la desarrolla, la presenta y el resultado es el que es, que ya no depende del autor.
No es la primera ni la última vez que me presento a un concurso (llevo más de diez años haciéndolo) así que ya sé de qué va la historia, y he perdido muchas más veces que las que he ganado. Como dice Marisol, "la vida es una tómbola..."
Así como desde aquí quiero mostrar mi respeto y felicitar a la ganadora, no puedo hacer lo mismo con el jurado, que me parece de una incompetencia supina, y no me refiero al jurado popular, sino al jurado que entresacó 6 obras de 257. Sencillamente no me puedo creer que los seis elegidos sean lo mejor de los 257 presentados.
Me resulta sorprendente que en un jurado de seis miembros sólo uno tenga alguna relación con el diseño gráfico.
El jurado estaba compuesto por tres políticos, un representante de las comparsas, la directora de marketing de "El correo" y la directora de la guía de Bilbao "La Ría del Ocio". Como el avezado lector observará, ninguno de ellos profesional del diseño gráfico, salvo en su caso la directora de marketing (que supongo que algo tiene que saber sobre el asunto), o al menos no se indica nada en tal sentido. Es como si en un concurso literario el jurado está formado por gente que no sabe escribir, menos uno.
En fin, que visto lo visto, en Bilbao lo dejaremos para la siguiente reencarnación. Felicidades Laura.